Autoridades Locales, Dirigentes y Empresas Forestales se reunieron para tratar el delicado tema.
Un importante espacio para avanzar en el abordaje del problema de escasez de agua que afecta a Lumaco, se concretó con la creación de una mesa comunal, la primera de este tipo y en cuyo proceso participó el Instituto del Medio Ambiente de la Universidad de La Frontera, IMA-UFRO.
Lo anterior se materializó en el marco de un seminario sobre la disponibilidad del recurso hídrico en la Región de La Araucanía, principalmente en la cuenca del Río Lumaco, una con los mayores problemas de déficit, tanto para la producción como para el consumo humano. La ocasión convocó a cerca de 80 participantes, entre ellos, dirigentes sociales, el municipio y representantes de empresas forestales.
Los antecedentes compartidos en el encuentro fueron aportados por un estudio realizado por el IMA-UFRO como parte del proyecto “Gobernanza, Territorio y Agua” (GOTEA) -en que también participa el CET Sur, el Observatorio Ciudadano y el financiamiento del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC–CIID), Canadá- y que busca generar las bases técnicas y de organización social para desarrollar un modelo de gobernanza sustentable del agua en contextos interculturales.
Para ello, se trabaja con dos cuentas contrastantes respecto de la cuantía de recursos hídricos: Río Trancura, con abundancia de agua, y Río Lumaco, con una escasez intensa. Según explica el director del IMA-UFRO, Dr. René Montalba, se hizo un completo estudio que abarcó tanto aspectos tecnológicos, económicos, socioculturales como biofísicos, además de aquéllos relacionados con la forma en cómo se está gestionando el recurso a nivel local y las limitaciones y potencialidades del planteamiento de modelos participativos de gobernanza.
Sobre esto último, Montalba señala que la gobernanza tiene que ver con observar “si están dadas las condiciones para que se coloquen de acuerdo los actores del territorio en generar una serie de normas y compromisos sobre cómo se distribuyen esas aguas entre los actores”.
MESA
Con la realización de un análisis completo de la problemática en torno al agua en la Región, desde su complejidad, y la retroalimentación de esa información con los distintos actores del territorio, Montalba destaca que se ha logrado un significativo punto de partida para la generación de acuerdos en los territorios, que pueden constituir una forma sostenida y sustentable de solución a la escasez que afecta a parte importante de los habitantes de La Araucanía rural.
“Por ejemplo, se han comenzado a generar acuerdos paradigmáticos entre algunas empresas forestales y comunidades sobre zonas en que, tanto de un punto de vista técnico científico como de un correlato cultural, no debieran establecerse plantaciones forestales”, comenta.
En ese sentido, enfatiza en la importancia de esta mesa comunal. “También tiene que ver con cómo nos ponemos de acuerdo entre los actores de un territorio y luego establecemos mecanismos para que estos compromisos sean respetados; de eso, en definitiva, se trata la gobernanza participativa”.
FORMACIÓN
Otro aspecto relevante arrojado por el estudio del IMA-UFRO es la importancia de entregar conocimientos en la materia. “Una de las grandes brechas que hay en los territorios es en la formación de capacidades de gobernanza”, enfatiza Montalba, agregando que para responder a ello, a partir de junio la Universidad impartirá un programa de diplomado, de carácter gratuito, dirigido a líderes sociales, de manera que reciban las herramientas para ser interlocutores en el diseño y procesos de implementación de modelos de gestión y gobernanza del recurso hídrico en los territorios.
ESTUDIO
El déficit de agua en la cuenca del Río Lumaco es evidente. Allí se ha observado una reducción drástica en la cantidad de agua de los cursos superficiales, además del aumento exponencial en la escasez para el consumo de las comunidades.
La explicación, indica Montalba, es que esa escasez no se debe a una reducción en el régimen de precipitaciones, sino que, en un aspecto, está asociada a dos cuerpos legales. Uno de ellos es el Decreto Ley 701, que ha favorecido para que casi el 50 por ciento de la cuenta esté forestada, lo que aumenta el gasto de las precipitaciones en esas zonas y disminuye el agua que llega a los ríos. Otra arista es la normativa general de aguas y su consiguiente privatización.
“Esto quiere decir que la reducción de agua no es por un fenómeno natural, sino que está asociado a leyes humanas, lo que también es favorable, ya que éstas pueden ser discutibles y modificables”, indica, concluyendo que como Instituto continuarán trabajando para aportar a la solución de un problema que se ha venido agudizando en el tiempo, asunto para el cual, además de las organizaciones locales, ya se han establecido alianzas con los gobiernos comunales y el gobierno regional.